viernes, 9 de noviembre de 2007

De que quiero ayudar, quiero ayudar


Pues en las desgracias como la que está viviendo Tabasco, se da a notar la solidaridad y apoyo entre los mexicanos. Le llaman ayuda humanitaria, y consiste en hacer aportaciones en dinero o especie, la cual permitirá que las víctimas del desastre puedan sobrevivir o tener una vida llevadera mientras se recupera la situación.

Todos estamos de acuerdo en que realmente se necesita la ayuda, pero muchos no sabemos cuál es la mejor manera de hacerlo. Desde que me enteré del desastre ocurrido en Tabasco tuve toda la intención de ayudar, pero no sabía de qué manera, pues había muchas formas y varios caminos para hacerlo. Primero fue el centro de acopio en la Cruz Roja, luego me enteré de otros centros en supermercados, organizaciones, etc. También dinero con cargo a cuenta de teléfono, llamando a números 01 900, depósitos en cuentas bancarias, transferencias... Pero después me encontré con que también se puede ayudar yendo al cine (donde el pago de la entrada se donará a las víctimas), asistiendo a conciertos, partidos de futbol, entre otros.

Y luego está la variable ¿dinero o especie?, porque si la aportación es en especie siempre hay cosas más necesarias que otras, o puede que sea muy difícil la logística para hacerlos llegar a su destino. Es cuando también surgen las dudas ¿realmente llegará la ayuda?, porque ha sucedido que se encuentran despensas abandonadas o que nunca fueron entregadas. Pensé que si aportaba dinero, al juntarlo con otros donativos, se podría comprar algo más útil y que difícilmente puede ser donado por alguien (tal como lanchas, refugios, medicamentos especializados, transporte, mobiliario, equipo de contingencias, etc). Sin embargo, de igual manera siempre existe la incertidumbre de qué pasará con esa aportación.

Lo que no se vale es que se tome ventaja de este tipo de desgracias. Estaba leyendo que en el DF se hicieron colectas y acopio de víveres entre la ciudadanía por parte del gobierno de la ciudad; pero cuál fue la sorpresa al enterarme que esa ayuda pasó por un proceso de selección para destinarlos a municipios y localidades donde gobierna el PRD. Esto es inadmisible, pues la ayuda fue de los mismos ciudadanos, no del partido.. y aunque así lo fuera, esto no debería tomarse como campaña proselitista en beneficio de un partido.

Pero no sólo se da en la política, también en el sector privado. En algunos noticiarios se puede ver la presencia de directores de compañías como Cinépolis, Banamex, entre otras, los cuales van a entregar enormes cheques con aportaciones para la causa. Y esto me viene a la mente: ¿será que con el dinero de los que fuimos a comprar nuestro boleto de cine para ayudar a Tabasco o que fuimos a depositar al banco a las cuentas de sus fundaciones, están ayudándose a mejorar su imagen corporativa?

Lo que quiero decir es que no creo que esto se trate de darle crédito a nadie, ni a la fundación de Lolita Ayala, ni al banco x o y, ni al Teletón, ni a TV Azteca o Televisa, ni al reportero de noticias que va a meterse a las calles inundadas para parecer más profesional y empático, mucho menos a un político que planea una visita en helicóptero y prepara una conferencia de prensa para difundir que está ahí para ayudar, o a alguien que publica una entrada en un blog para hablar del tema. Ayudar es ayudar (y espero que todos lo hagamos), y no me queda más que confiar en que la aportación que hice le va a beneficiar a alguien que lo necesita; porque sería muy fácil decir "pues yo no apoyo porque quién sabe si realmente dan esa ayuda". Mis mejores deseos a los tabasqueños y chiapanecos, que a pesar de las circunstancias han sacado el instinto de supervivencia y fortaleza que se necesita.