miércoles, 27 de febrero de 2008

¿Se habían tardado?



El Senado de la República aprobó ayer por 101 votos a favor, cinco en contra y dos abstenciones, la Ley General para el Control del Tabaco, que prohíbe fumar en espacios públicos cerrados; impone sanciones hasta de 36 días de cárcel a quien no acate esta disposición y obliga a las empresas tabacaleras a colocar en las cajetillas imágenes sobre los efectos del consumo de cigarrillos.

La aprobación se realizó en medio de cuestionamientos de senadores del PRD y Convergencia, quienes se refirieron a la afectación que la nueva legislación generará entre los productores de tabaco, a la discriminación que enfrentarían los fumadores y a las “excesivas multas” contempladas.

FUNDAMENTOS:
  • En México mueren diariamente 165 personas por causas derivadas del hábito de fumar; que dicha practica ocasiona 90 por ciento de los casos de cáncer de pulmón y 25 por ciento de enfermedades cardiovasculares. Incluso se afirmó que provoca más decesos que el sida, entre otras razones porque el tabaco contiene más de 4 mil compuestos químicos, de los cuales 60 son cancerígenos, como el cianuro, el arsénico, la nicotina y el amoniaco.
  • El Estado gasta 24 mil millones de pesos en la atención de enfermos asociados al consumo de cigarrillos, pero sólo se recaudan 13 mil millones por concepto del impuesto a este producto.
La Ley para el Control del Tabaco declara los espacios públicos lugares 100 por ciento libres de tabaco, con la posibilidad de que los propietarios de restaurantes, bares y otros comercios puedan construir anexos para fumar, siempre y cuando cuenten con mecanismos que impidan que se extienda el humo.

Por lo que hace a las sanciones, contempla multas hasta de mil días de salario mínimo para la persona que insista en fumar en sitios públicos. En el caso de los establecimientos se prevén multas de 50 mil días de salario mínimo cuando se viole la legislación, y el cierre del local si hay reincidencia.

Se que muchos no estarán de acuerdo con esto, pues sus hábitos sociales incluyen fumar para sentirse bien o combatir cierta ansiedad. Pero en lo personal esta Ley tiene mucho sentido común, pues estamos hablando de la salud de todos; sin duda tendrá consecuencias en el sentido económico para los establecimientos y productores de tabaco, pero creo que el beneficio será mayor. La verdad me es curioso darme cuenta de que hasta me estoy acostumbrando a que cada que voy a un lugar público, como un bar o un restaurant es normal que salga apestando a cigarro y con la nariz irritada, cuando ni siquiera soy fumadora. La verdad no es que no sea tolerante, al contrario puedo estar con alguien que fume ocasionalmente, pero es bueno tener la opción de estar en un espacio libre de humo si así lo deseo.